El Ferrari 288 GTO está de vuelta

Una reinterpretación moderna del icónico modelo de Ferrari fabricado entre 1984 y 1985, es la más reciente creación de ZeroAcento.

Gracias a la colaboración entre ZeroACento Automobili y Manifattura Automobili Torino (MAT), quienes tomaron un Ferrari F8 Tributo, los amantes del Ferrari 288 GTO hoy están de fiesta gracias al nacimiento del ZeroAcento 273 Potenza.

Si bien el modelo no es un Ferrari oficial, fácilmente podría pasar por uno gracias a la similitud que tiene con el modelo que fue fabricado entre 1984 y 1985, el cual respira historia sin renunciar a la ingeniería moderna.

Lo más destacado comienza en la carrocería, compuesta por paneles completamente nuevos en fibra de carbono con un tinte rojo translúcido, que bañan las líneas, proporciones y acabados, que recuerdan a Maranello, aunque con el sello inconfundible de MAT.

Bajo el capó se esconde un motor V8 biturbo de 3.9 litros que ha sido afinado para superar los 800 hp, mejorando notablemente los 710 hp del F8 Tributo original. El escape de titanio, el difusor trasero, las entradas de aire laterales y los nuevos paneles traseros, refuerzan la sensación de deportividad sin caer en lo exagerado.

El diseño frontal retoma la forma “shark-nose” con luces diurnas LED cuadradas, evocando las antineblina del 288 GTO. En los costados, una línea discreta recorre la carrocería desde el paso de rueda delantero hasta el paragolpes trasero, donde aparece una parrilla que recuerda al diseño negro del GTO original.

De puertas hacia adentro, el ZeroACento 273 Potenza también respira nostalgia reinterpretada, con una consola central rediseñada para incorporar una palanca de cambios de aluminio forjado con acción secuencial, aunque no es una transmisión manual pura.

El túnel de transmisión central y el salpicadero tienen toques que remiten al GTO clásico, pero con materiales como Alcántara, fibra de carbono y aluminio que elevan la calidad general.

A diferencia de los modelos clásicos, aquí no faltan elemntos como carga inalámbrica, control de crucero, iluminación ambiental y un cuadro de instrumentos híbrido digital-analógico, con un timón que incorpora levas y mantiene el carácter deportivo del F8 base.