La sexta generación de este modelo acaba de aterrizar, con una completa actualización en la que estrena plataforma, motorización y equipamiento.
Toyota ha presentado la sexta generación de la 4Runner, un modelo que ha escrito importantes página en la historia de la marca japonesa y que ahora, llega mucho más actualizado pero con la misma robustez de sus antecesores.
Su estética es absolutamente descomunal y todo gracias a sus 4.83 metros de largo, 1.92 de ancho y 1.81 de alto; además, posee 228 mm de altura libre al suelo y unas cotas de 30 grados de ángulo de ataque y 26 grados de ángulo de salida.
Presenta una formas duras y poligonales bien definidas, grandes guardabarros sobre las aletas en color negro, defensa delantera con protección para los bajos e incluso snorkel de serie para vadear zonas de agua sin temor alguno.
Mecánicamente el nuevo Toyota 4Runner llega con dos motorizaiones; por un lado, un 4 cilindros en línea turboalimentado de 2,4 litros con 281 CV y 429 Nm de par máximo; y por otro lado, un híbrido con una asistencia eléctrica adicional para generar 330 CV y 630 Nm de par.
Entre algunas de sus características más remarcables, se encuentra la opción de barras estabilizadoras desconectables, un monitor de visión periférica para evitar obstáculos y reductora en el caso de las opciones de tracción integral.
Los bloqueos de diferencial en las versiones de tracción total serán electrónicos y el resto de los modelos vendrán de serie con bloqueo trasero, mientras que el tope de gama i-FORCE MAX traerá bloqueo central.
En total, saldrán a la venta 9 versiones con diferentes preparaciones, que van desde llantas y neumáticos hasta la propia mecánica, acabados, comportamientos de suspensión o incluso el citado snorkel
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