La quinta generación del Mini Cooper completa su gama con las versiones de cinco puertas, que se unen a las de tres en formato eléctrico y de combustión.
Mini ha presentado su nuevo Mini Cooper de cinco puertas, modelo que la casa británica pone a disposición de sus clientes como una alternativa práctica y espaciosa de la oferta comercial.
La nueva generación se presenta con un diseño en el que la marca añade algunos toques más modernos y minimalistas sobre todo en unos grupos ópticos en los que una firma lumínica redonda a modo de marco sigue siendo la protagonista, acompañada de dos líneas horizontales.
En la zaga aparecen unos pilotos que abandonan la característica forma rectangular de esquinas redondeadas para proponer un curioso estilo mucho más afilado, aunque lo que sí se mantiene es el característico techo flotante con acabado bicolor.
El diseño de las versiones eléctricas y de combustión es muy parecido, aunque en estas últimas el capó cubre los citados faros, parte de las aletas delanteras y de la parrilla. También destacan unos voladizos y capó más cortos, mientras que la distancia entre ejes se ha extendido, presumiendo una batalla 72 mm mayor y una carrocería 172 milímetros más larga que la alternativa de tres puertas.
El interior también apuesta por un diseño minimalista y muy limpio en el que destaca una gran pantalla táctil de 9,4 pulgadas y diseño redondo con tecnología OLED que ocupa el lugar del tradicional cuadro de instrumentos y que deja clara la apuesta de la marca por la tecnología, alojando el sistema Mini Operating System 9.
Este sistema esta acompañado del selector Mini Experiences Modes, con los modos Core, Green y Go-Kart, cada uno con un diseño específico para la interfaz de usuario. Además, en las versiones eléctricas, el salpicadero luce un más llamativo acabado textil bicolor hecho de poliéster reciclado con un proceso de tricotado especialmente desarrollado.
Mecánicamente la quinta generación del Mini Cooper no renuncia a los motores de combustión tradicionales con sus dos mecánicas de gasolina correspondientes a las versiones Mini Cooper C y Mini Cooper S.
Ambas utilizan los motores de tres y cuatro cilindros de la generación anterior, aunque convenientemente mejorados para así ofrecer unas cifras de potencia y par más elevadas. De esta forma, la versión de acceso se apoya en un propulsor tricilíndrico de 1.5 litros con 156 CV y 230 Nm, de manera que necesita de 7,7 segundos para alcanzar los 100 km/h desde cero.
La variante más prestacional recurre a un bloque de 2.0 litros que ofrece 204 CV y 300 Nm, aunque Mini dice que sigue tardando 6,6 segundos para cubrir el 0 - 100 kilómetros por hora desde cero.
Con respecto a las versiones 100% eléctricas, son dos las opciones disponibles únicamente para el modelo de tres puertas. Por un lado, el Mini Cooper E, con un motor de 184 CV y 290 Nm de par máximo y un 0 a 100 km/h en 7,3 segundos, acompañado de una batería de 40,7 kWh para una autonomía de 305 km.
Por otro, el Mini Cooper SE con 218 CV de potencia y 330 Nm de par máximo, capaz de cubrir el 0 a 100 km/h en 6,7 segundos y cuya una autonomía es de 402 km gracias a una batería de 54,2 kWh de capacidad.
Ambos modelos se pueden cargar mediante CA a 11 kW o bien con una carga rápida que en el Cooper E es de 75 kW y en el Cooper SE de 95 kW, de forma que se podrá pasar de un 10 a un 80% en poco menos de 30 minutos.
El modelo cuenta con un sistema de suspensión y amortiguación enfocado a una conducción dinámica, con soportes estabilizadores altamente precargados en los ejes, el habitual tacto de dirección directo de los Mini aún más afinado, potentes frenos y un bajo centro de gravedad.
También se ha aumentado el diámetro de los neumáticos y de las llantas de 17 y 18 pulgadas opcionales, ahora de 205/225 milímetros, aunque sigue habiendo unidades con ruedas de 16 pulgadas.
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