El más reciente y excéntrico de los Lamborghini modernos mostró todas sus prestaciones entre la ciudad y el desierto.
Palm Springs fue el escenario perfecto para ver en acción al Lamborghini Sterrato, la más reciente y excentrica creación de la casa de Sant´Agata Bolognese, el cual sin duda alguna mostró que puede mantener la deportividad extrema de sus hermanos de gama sobre el asfalto pero en peores condiciones.
El auto se mostró como pez en el agua en el Chuckwalla Valley Raceway, un circuito en mitad de la nada, enclavado en un valle desértico y con una sencilla pista de asfalto sin pretensiones rodeada de caminos de tierra.
En la superficie asfaltada el Sterrato mostró mucha velocidad y frenadas eficaces, aunque como lo indica la misma casa italiana, el comportamiento de este Lambo es tan neutro como en otras variantes, dado que desliza más del eje trasero para garantizar esa diversión para la que ha sido concebido.
Al pasar a la tierra, la diversión de estar a los mandos de este nuevo toro de lidia comienza y todo gracias a que el Huracán Sterrato pasa a fondo por sitios inverosímiles, llenos de piedras y derrapando con absoluto control.
La capacidad de tracción sobre terreno suelto es sorprendente, igual que la eficacia y precisión con la que responde la dirección a las distintas correcciones en el volante o la potencia de la frenada sobre superficie deslizante.
Mientras el auto pasa sobre las piedras sueltas y con la suspensión sin un momento de respiro entre compresión y extensión, el auto muestra su extraordinaria puesta a punto tanto en saltos como en curvas cerradas o en apoyos rápidos y prolongados.
Para conseguir ese comportamiento óptimo en tierra y no perder eficacia en asfalto, se ha actualizado todo el sistema de controles electrónicos del chasis que forman parte del Lamborghini Integrated Vehicle Dynamics.
Además de una configuración específica de los tradicionales modos "Strada" y "Sport", se añade el "Rallye", que en lugar de llevar amarrado el coche al suelo lo deja más suelto para lograr el deslizamiento del tren trasero que ayuda a ir rápido sobre terrenos con poco agarre.
Otras modificaciones técnicas afectan a la altura libre al suelo, que se incrementa en 44 milímetros en comparación con el Huracán Evo y favorece un recorrido de suspensión más amplio; también se ensanchan los ejes delantero y trasero en 30 y 34 milímetros, respectivamente, y se protegen los bajos en la parte frontal con unas planchas de aluminio.
La agresiva imagen del Sterrato se refuerza con más protecciones en los pasos de rueda, en los estribos y en el difusor, junto a detalles como las barras de techo o la toma de aire superior para el motor.
Este elemento no solo cumple una función estética sino que se ubica en esa zona porque es donde llega más limpio el aire para el sistema de admisión cuando se rueda por sitios polvorientos.
Un último componente clave para optimizar la conducción en tierra son los neumáticos todoterreno desarrollados específicamente por Bridgestone para este modelo. Se trata de unos Dueler AT002 con tecnología run flat, montados sobre llantas de 19 pulgadas y con medias 235/40 R19 adelante y 285/40 R19 atrás.
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