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Porsche revive una leyenda

  • Foto del escritor: SpeedRacing Comunicaciones
    SpeedRacing Comunicaciones
  • 19 sept
  • 2 Min. de lectura

La firma alemana ha querido traer de regreso al 911 S/T, en une evento donde se han mostrado tanto el modelo clásico como su reinterpretación moderna.


Dos Porsche 911 S/T, al fonde la versión clásica y en primer plano la reinterpretación moderna

Foto cortesía Porsche Newsroom


Nunca se sabrá cómo el 911 2.5 S/T que protagoniza esta historia pasó de ganar la categoría GT en las legendarias 24 Horas de Le Mans de 1972 a convertirse en una ruina en un granero de San Francisco.


El que fuera vencedor de la prueba de resistencia estaba en un estado lamentable cuando lo encontraron con bastante oxidado, abollado y repintado de forma poco profesional. Está claro que, tras sus aclamados éxitos en competición, este extraordinario 911 llevó otra vida.


La última participación en una carrera de la que se tiene constancia se remonta a mayo de 1975 en Riverdale, competencia en la que Don Lindley, su segundo propietario, estaba al volante.


Tras otros dos dueños, se pierde definitivamente el rastro de este exclusivo 911 hasta el año 2008, cuando aparecen los primeros indicios de un posible hallazgo sensacional en un granero.


No sería hasta cinco años más tarde, en 2013, cuando un coleccionista suizo voló finalmente a California para sacar al S/T de la sombra y devolverle su antiguo esplendor. Dado que no era una tarea fácil, su restauración quedó en manos de los expertos en clásicos de Porsche en Stuttgart.


En la fábrica de Zuffenhausen, el coche se desmontó por completo y fue desprovisto de su pintura para de esta manera, comenzar un perfecto trabajo de restauración desde cero. Una vez enderezado el chasis en bancada, comenzó la laboriosa tarea de completar algunas piezas.


Con la ayuda de los calibres de chapa originales y los planos técnicos, se fabricaron las secciones que faltaban. Solo la carrocería requirió más de mil horas de trabajo artesanal y para que el resultado fuera duradero, los especialistas aplicaron un recubrimiento catódico por inmersión.


Finalmente, tras dos años y medio de trabajo incesante, el cliente recibió su coche en 2016, tal y como ya se había hecho 44 años antes, en el color original amarillo Light con código 117, un perfecto estado y con todos los detalles que incorporaba en 1972 cuando salió de fábrica.


Lo mismo ocurre con el 911 S/T de la era actual, que ahora comparte garaje con su antecesor, dado que, a petición del cliente, la división Sonderwunsch creó una réplica perfecta del coche ganador de Le Mans en la categoría GT en 1972.


La característica más llamativa es la pintura idéntica en amarillo Light, un color que lleva décadas sin aparecer en la paleta de Porsche. La mezcla se realizó a mano con un laborioso proceso y su imprimación supuso un gran reto, ya que ese tono tiene escasa capacidad de recubrimiento, lo que requiere mucho conocimiento y delicadeza, especialmente en las numerosas piezas de carbono del nuevo 911 S/T.


Porsche completó el diseño con las llantas forjadas de magnesio ligero en color plata oscuro, con las pinzas de freno y el interior en negro. La base técnica, en cambio, se mantuvo intacta; el corazón del 911 S/T es el ya conocido motor bóxer atmosférico de 6 cilindros y 4 litros, que entrega 525 CV, alcanza un régimen máximo de 9.000 rpm y se asocia a una caja de cambios manual de 6 velocidades.

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