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Porsche revive el LMP 2000 tras 25 años

Foto del escritor: SpeedRacing ComunicacionesSpeedRacing Comunicaciones

La casa germana, que diseñó el auto originalmente para ganar las 24 Horas de Le Mans, tuvo que interrumpir en su momento el desarrollo por motivos presupuestarios.


Tras recorrer solo 78 kilómetros, sus líneas se cubrieron con una lona y quedó aparcado durante más de dos décadas hasta que el equipo de Museo y Patrimonio de Porsche devolvió a la vida al LMP2000, con todos los mitos que rodean su existencia.


Veinticinco años después, muchos de los que formaron parte del programa original se reencontraron en la nueva presentación del coche, en la que Allan McNish estaba al volante, tal y como sucedió en 1999.


Mientras el piloto de 54 años daba las primeras vueltas a la pista de pruebas de 2,88 kilómetros, se unieron a la fiesta algunos miembros del equipo que participó en el proyecto, que hace un cuarto de siglo llevaba el nombre interno de "9R3".


Entre ellos se encontraban Norbert Singer, entonces ingeniero de Competición, Thomas Laudenbach, entonces ingeniero de Desarrollo, y Herbert Ampferer, antiguo Director de Competición.


La idea de reconstruir el LMP 2000 fue madurando a lo largo de varios años, dado que para el equipo de Museo y Patrimonio de Porsche, las restauraciones son algo más que simples recuerdos de la historia de la empresa.


El auto, que se desarrolló originalmente para la categoría de prototipos LMP900 de Le Mans y que no podía pesar más de 900 kg, de acuerdo con el reglamento, presentó un motor V10 atmosférico de 5.5 litros con una potencia superior a 600 CV.


El corazón del LMP 2000 se basa en un motor anterior de Fórmula 1 de Porsche; un 3.5 litros de altas revoluciones con control neumático de las válvulas, desarrollado originalmente para competir en el campeonato de monoplazas a principios de la década de 1990. Para su uso en Le Mans, los creadores lo modificaron, dado que había sido diseñado originalmente para carreras de distancias mucho más cortas.


El proceso comenzó con el desmonte poco a poco de la carrocería para luego, hacer el respectivo arranque del imponente motor de 10 cilindros y verificar que funcionara a la perfección.


Posteriormente, el equipo se dedicó entonces a hacer que la caja de cambios volviera a funcionar, siendo esta una de las mayores tareas de los últimos meses. Finalmente utilizaron una unidad de control de Fórmula E para transmitir la señal de la leva ubicada en el timón a la caja de cambios.


La puesta en marcha del aniversario número 25 de este proyecto no es solo un éxito técnico para todo el equipo, sino también un homenaje a cuantos invirtieron su tiempo, energía y pasión en el desarrollo del coche.


El LMP 2000 es y seguirá siendo un proyecto entrañable, que refleja los valores de Porsche.

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